Un aumento reciente en las herencias ha llamado la atención sobre un próximo cambio en las leyes de herencia españolas. A partir de 2022, el impuesto sobre donaciones de herencia se gravará de una manera más estandarizada y menos subjetiva. Este cambio ha llevado a algunos a considerar transferir la propiedad heredada más temprano que tarde.
Debido a la tragedia del exceso de muertes por la pandemia de COVID-19, España ha visto un aumento en las propiedades que se transfieren por herencia. Este repunte ha sido más pronunciado en Cataluña, con Andalucía no muy lejos. Madrid y Valencia también han experimentado aumentos significativos.
Ejecutar una herencia ya puede ser un proceso engorroso. Por lo general, se requieren los servicios de un notario y un abogado. Este proceso puede llevar meses o incluso años dependiendo de las circunstancias. Factores como la existencia de un testamento y las disputas entre los diferentes destinatarios de una herencia determinarán la duración del proceso.
Reclamar una herencia también conlleva gastos. El primer impuesto que viene a la mente de la mayoría es el Impuesto de Sucesiones. Esto variará de una región a otra, pero ocupa un rango de 7.6% a 34%. El gobierno local tomará su propia parte. Si la propiedad ha aumentado de valor desde la última transferencia, el gobierno municipal tomará una parte del aumento de valor. Esto oscilará entre 50% y 150% dependiendo del municipio. Estos impuestos se suman a los demás gastos asociados con la compra de una propiedad, como seguros, impuestos inmobiliarios y gastos de comunidad.
Solo el primero de estos impuestos cambiará en 2022. De acuerdo con la Ley 11/2021, que pone en marcha los acuerdos de la UE contra el fraude fiscal, el valor de la propiedad heredada se evaluará de manera diferente. Ahora, en lugar de una valoración independiente en el momento de la herencia, la valoración a efectos fiscales se basará en las valoraciones catastrales existentes. Esto puede ser ventajoso para aquellos que deseen realizar mejoras en una propiedad heredada antes de venderla.
Antes de las reformas, un funcionario del gobierno local a menudo tenía que venir y realizar una inspección y evaluación visual. Esto ya no será necesario, pero los municipios deberán encontrar formas de actualizar los valores catastrales. De no poder hacerlo en tiempo, la nueva ley prescribe que “la base imponible, sin perjuicio de la comprobación administrativa, será la mayor de las siguientes magnitudes: el valor declarado por los interesados o el valor de mercado”.
Debido a la posible falta de acción de los gobiernos locales, es posible que quienes reciban una herencia deseen completar el proceso para evitar cualquier ambigüedad.