El usufructo es un derecho real, invendible y no hereditario que otorga a otra persona, el usufructuario, el derecho a hacer uso de uno o más bienes que pertenecen a otra persona, el propietario principal, y a obtener ingresos tales como alquiler de él sin poseerlo él mismo.
Un usufructo es una combinación de los dos derechos de propiedad: usus y fructus. Usus se refiere al derecho de usar algo directamente sin dañarlo o alterarlo. Fructus se refiere al derecho a disfrutar de los frutos de la propiedad en uso, lo que básicamente significa sacar provecho de la propiedad inmueble arrendándola, vendiendo las cosechas que produce, cobrando la entrada a la misma, o similar. Todavía un usufructuario no tiene la plena propiedad de la propiedad, porque no disfruta del tercer derecho de propiedad, abusus, que se refiere al derecho de consumir, destruir o transferir la propiedad de una propiedad a otra persona.
¿Cuál es la diferencia entre el derecho de residencia y el usufructo?
Un usufructo mantiene abiertos todos los derechos. Al menos desde el punto de vista económico, el usufructuario sigue teniendo derecho a usar la propiedad como propietario, mientras que alguien que tiene "solo el derecho a vivir" no puede organizar el alquiler, porque el derecho a vivir se aplica exclusivamente a él.
Cómo obtener el derecho de usufructo
Un usufructo puede aplicarse por ley (como en el caso de las normas de herencia españolas) o voluntariamente. Además, puede ser total o porcentual, temporal o de por vida.
A modo de ejemplo, es posible que una pareja que posea un inmueble en común, es decir al 50% cada uno, opte en su testamento por dejar el 50% a sus hijos, pero con usufructo a su cónyuge. Permite que el cónyuge permanezca en la propiedad hasta su fallecimiento y evita que los hijos de un matrimonio anterior lo obliguen a abandonar la propiedad si se la deja. Sin embargo, existen implicaciones fiscales, ya que puede haber impuestos al heredar un usufructo vitalicio. Por lo tanto, no debe verse como una forma de eludir los impuestos de sucesiones.
Cómo terminar un usufructo
Hay siete formas de terminar un usufructo:
- Condiciones contractuales
- Muerte del usufructuario (la más común)
- Pérdida de propiedad (uno de los métodos más complicados)
- Abuso por parte del usufructuario
- Prescripción de no uso
- Confusión
- Renuncia
Además, deben tenerse en cuenta los siguientes artículos:
Arte. 890 CC: el usufructo se extingue por segundas nupcias o muerte, lo que ocurra primero.
Arte. 891 CC: el usufructo termina con la muerte de ambos padres.
Arte. 223 CC: el usufructo termina cuando el hijo cumple 18 años.
Escrito en colaboración con Natalie Efiamarho